La isla San Lucas cuenta con 472 hectáreas y está ubicado a tan sólo dos kilómetros del puerto de Puntarenas y sus cuatro kilómetros de playas deshabitadas están rodeadas de vegetación y son bañadas por aguas color esmeralda.
La misma operó hasta el año 1991 como un centro penal y ha sido transformada en un destino para turismo sostenible tras ser declarada reserva natural por su valor biológico e histórico.
Convertirla en un Parque Nacional, es el objetivo de un proyecto de ley que presentó Carlos Ricardo Benavides, diputado del PLN, a la corriente legislativa. Mientras las áreas relativas a la antigua cárcel, serían declaradas como patrimonio histórico arquitectónico.
La idea es potenciar el atractivo turístico de Puntarenas y de esta forma, generar más fuentes de empleo y reactivar la economía de la región, según Benavides.
San Lucas tiene la particularidad de combinar un refugio de vida silvestre con un patrimonio histórico, por lo que su visitación puede ser mayor con mejoras estructurales que faciliten su acceso.
En 2017 la isla recibió cerca de 2.300 turistas nacionales y 100 extranjeros, según cifras del Sinac.
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